29 de gener, 2008

Mayo 29

¿Se puede hacer de la enfermedad un arma?
La enfermedad… ¿Cómo se dice? ¿Cómo la decimos? ¿Qué relación guardan el sufrimiento y el lenguaje, el “paciente” y lo que dice? Ante la experiencia del dolor el habla se descubre incapaz. Hacer entender al Otro lo que uno sufre parece siempre una empresa desesperada. La enfermedad impone por eso la experiencia de una privacidad absoluta. Y, sin embargo, ¿no se forma alrededor de esa experiencia del dolor una extraña comunidad? ¿Puede ser la enfermedad un arma contra el poder? Pero entonces ¿Habría que reivindicar el estar enfermo? Normalización o enfermedad. ¿Es esta la dualidad a la que tenemos que hacer frente? O más bien de lo que se trataría es de hacerla estallar. ¿Acaso esto no es abrir un proceso de politización que nos pone frente a nuestras condiciones de vida?

1 comentari:

Jose Manuel Chia Gomez ha dit...

Soy enfermo desde hace más de once años de Fibromialgia, que ha "evolucionado" añadiendo Síndrome de Fatiga Crónica y Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple, con una afectación ya notable del hígado (una insuficiencia hepática que no responde de momento a los tratamientos). Essas tres son enfermedades especialmente subversivas en todo ese entramado de intereses no populares llamado "Estado Español".

A cuantas personas padecemos alguna o varias de estas enfermedades, el Estado nos excluye, ridiculiza y abandona tras dejarnos sin ninguno de nuestros derechos y prestaciones, parece que esperando a que nos muramos de asco o suicidio (que viene a ser lo mismo que morirse de asco o desesperación).

La enfermedad, por alguna moderna y extraña razón, te aísla de los demás (o a los demás de tí). Pero cuando además, es el orden social establecido el que te aísla y te abandona tras haber cumplido con "tus obligaciones", entonces es un deber convertirse en enfermo subversivo activo y organizado, que denuncie y combata este sistema inhumano que te deshereda cuando tu cuerpo ya no es válido para producir y (o) consumir, que es toda la esencia del sistema, que no del cuerpo ni de la vida (social o individual).

Excelente entrada, compañero.

¡Gracias por darte cuenta de esta verdad que muchas personas enfermas jamás descubren!

Casi dan ganas de gritar algo así como . ¡Enfermos del mundo, uníos! y a contribuir a tomar el cielo por asalto.

Un saludo desde el aislamiento y la exclusión en rebelión.